YPF aplicó un ajuste promedio del 1% en sus estaciones de servicio, y se prevé que otras empresas del rubro adopten medidas similares. A partir de fines de junio, la petrolera comenzará a aplicar tarifas diferenciadas según la franja horaria.
Los valores de los combustibles se incrementaron a nivel nacional. La empresa estatal YPF efectuó el pasado domingo una suba promedio del 1%, en concordancia con la actualización de un impuesto dispuesto por el Gobierno nacional. Se espera que el resto de las firmas del sector acompañen esta decisión con modificaciones similares.
Este aumento impactó en los precios del gasóleo y las naftas en todo el territorio argentino. En San Salvador de Jujuy, por ejemplo, los nuevos valores en surtidores de YPF son los siguientes:
- Nafta súper: $1.278 (antes $1.263)
- Nafta premium (Infinia): $1.474 (antes $1.456)
- Gasoil común (Diésel 500): $1.320 (antes $1.305)
- Gasoil premium (Infinia diésel): $1.477 (antes $1.460)
El incremento equivale a aproximadamente $15 por litro y constituye el primer reajuste del mes, previo a la implementación de precios variables por horarios prevista para fines de junio.
Según fuentes de la compañía, este ajuste responde a la suba parcial del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), dos tributos centrales en la composición de precios. Si bien el Gobierno postergó una parte de la actualización establecida por ley, autorizó un incremento del 1%, lo que generó el nuevo cuadro tarifario.
La determinación oficial de aplicar solo una fracción del aumento impositivo implica un significativo costo fiscal. De acuerdo a estimaciones de la consultora Economía y Energía, mantener el congelamiento parcial genera una merma superior a los USD 200 millones mensuales en la recaudación estatal. Desde comienzos de año, el Ejecutivo nacional ha ido aplicando de forma progresiva la actualización del ICL, congelado durante buena parte de 2023. Aún restan aplicarse los aumentos correspondientes a los cuatro trimestres de 2024 y el primero de 2025.
Este escenario refleja el delicado equilibrio entre las necesidades fiscales del Estado y su objetivo de contener aumentos adicionales en los precios de los combustibles, que repercuten tanto en el poder adquisitivo de los ciudadanos como en los costos operativos del sector logístico y productivo.
Variaciones durante mayo
El reciente incremento, que entró en vigencia a partir de la medianoche, llega tras varios movimientos en los valores del sector durante mayo. A inicios de ese mes, YPF sorprendió al aplicar una baja promedio del 4% en los precios de naftas y gasoil, medida que fue replicada por otras compañías del sector. Esta decisión respondió a la caída del precio internacional del petróleo, en un contexto de menor demanda global y tensiones comerciales ligadas a la política arancelaria de Estados Unidos.
No obstante, hacia mediados de mayo, la petrolera estatal revirtió parcialmente dicha baja, aplicando un incremento de entre 0,2% y 0,46% para compensar la suba en el valor de los biocombustibles, otro factor regulado que incide en la estructura final de precios.
Avances tecnológicos y cambios en la política de precios
Además del aumento actual, YPF avanza en un proyecto de transformación tecnológica que modificará la forma en que se determinan los precios en sus estaciones de servicio. La empresa está desarrollando un Centro de Inteligencia en Tiempo Real (RTIC), que funcionará a partir de fines de junio en su torre de Puerto Madero.
Este centro —único en su tipo en el mundo hispanohablante— permitirá implementar una estrategia de micropricing, es decir, precios que varían según la hora del día, la demanda y otras variables contextuales. En palabras de Horacio Marín, presidente de YPF, durante su presentación en el Congreso Maizar, se trata de una herramienta que “posibilita tomar decisiones al instante y generar valor de manera constante”.
El enfoque del micropricing se basa en analizar el comportamiento del consumidor. En horarios de baja demanda, como la madrugada, la empresa podrá ofrecer descuentos para estimular la venta, mientras que en franjas pico podrá ajustar los precios al alza. Esta táctica ya se utiliza en otros sectores como el retail y la logística, y representa un avance significativo para el negocio minorista de combustibles.