El pronóstico advierte que las precipitaciones llegarán antes de lo habitual y con alta intensidad. El Gobierno provincial refuerza intervenciones en zonas críticas y llama a evitar asentamientos en áreas de riesgo.
El director provincial de Recursos Hídricos, Guillermo Sadir, anticipó que las lluvias de la próxima temporada se presentarían desde septiembre, con volúmenes importantes y picos de mayor intensidad en febrero y marzo. Señaló que, aunque habrá buena provisión de agua, la fuerza de las precipitaciones podría provocar crecidas en distintos puntos de la provincia, por lo que se decidió acelerar las tareas preventivas.
Las obras incluyen la limpieza y estabilización del fondo del Río Grande en la zona de Volcán, intervenciones en Tilcara y la desembocadura del Huasamayo, y trabajos en Palpalá, Alto Comedero y Villa Jardín de Reyes. Sadir indicó que estas acciones buscan evitar saturaciones del suelo como en temporadas anteriores y destacó la coordinación con Defensa Civil para reforzar la comunicación y la prevención en barrios en riesgo.
En la capital provincial, el funcionario advirtió sobre sectores como 9 de Julio y Campo Verde, donde viviendas se encuentran dentro del cauce del Río Chijra. Explicó que la provincia clasifica el territorio en zonas verdes, amarillas y rojas, siendo estas últimas inhabitables por la imposibilidad de garantizar obras que eliminen el peligro. “El riesgo ante una crecida es inminente”, subrayó.